Con tan solo una gotita de sangre tomada en el consultorio, podemos medir el perfil de inflamación celular subclínica de un paciente, como es subclínica o sea que no da síntomas, solo se puede conocer realizando este examen.

 

La información obtenida es de suma importancia para prevenir y tratar enfermedades crónicas no transmisibles (diabetes, cáncer, colesterol alto, hipertensión, hígado graso, cáncer, Alzheimer, enfermedades autoinmunes) todas ellas de causa inflamatoria y prevenibles, mejorando nuestra calidad de vida. La información se obtiene conociendo el equilibrio de ácidos grasos que componen nuestras membranas celulares, los cuales son precursores de unas hormonas muy potentes anti inflamatorias y otras proinflamatorias llamadas eicosanoides (de su equilibrio o desequilibrio dependen el desarrollo de enfermedades). Desde allí calculamos perfil de inflamación celular, perfil arritmogénico, permeabilidad de membrana, capacidad de reparación del paciente, cociente omega 6/omega 3 entre otros y podemos así indicar un plan nutricional antiinflamatorio más suplementación correspondiente en cada caso para modular los ácidos grasos de nuestras membranas y corregir el riesgo de enfermar. La prevención es la base de nuestra salud.